La Escuela Hanafi es la más antigua de las cuatro y se originó en Irak. Fue fundada por el jurista Abu Hanifa (699-767 CE). Los seguidores de esta escuela se llaman hanafíes y se encuentran principalmente en el subcontinente indio, Turquía, los países de Asia Central y algunas partes de Egipto y los Balcanes.
La escuela Hanafi es una de las cuatro escuelas de jurisprudencia del islam suní. Se caracteriza por su enfoque en la facilidad para los creyentes y por ser considerada una de las escuelas más abiertas a las ideas modernas.
Origen
La escuela Hanafi se originó en Kufa, Irak, donde vivió Abu Hanifa, su fundador.
Abu Hanifa fue un comerciante que estudió y enseñó en Kufa.
Principios
Se basa en el Corán y la Sunnah, o tradiciones del profeta Mahoma.
Se valora el consenso y el razonamiento analógico.
Se busca facilitar la vida de los creyentes.
Se prioriza el interés público.
Se valora el razonamiento en la interpretación de la ley.
Aplicación
Es la escuela predominante en los antiguos territorios del Imperio Otomano, como Turquía y el Levante.
También es predominante en Asia Central, el subcontinente indio, China, los Balcanes y el Cáucaso.
Se sigue en Pakistán, Bangladesh, Egipto, Irak, Turquía, los Balcanes, Asia Central, el subcontinente indio, China, los Balcanes y el Cáucaso.
La Escuela Maliki fue fundada por el jurista Malik ibn Anas (711-795 CE) en Medina, Arabia Saudita. Los seguidores de esta escuela se llaman malikíes y se encuentran principalmente en el norte de África, partes de África occidental y algunas áreas de Arabia Saudita.
La escuela malikí es una de las cuatro escuelas de derecho islámico sunita. Se basa en el Corán y los hadices, y también considera que el consenso del pueblo de Medina es una fuente válida de la ley islámica.
Fundador:
Malik ibn Anas (711-795 CE), jurista que fundó la escuela en Medina, Arabia Saudita
Seguidores:
Los seguidores de la escuela malikí se llaman malikíes
Áreas de influencia:
La escuela malikí es predominante en el Sahara Occidental, Mauritania, Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Kuwait, Baréin y Emiratos Árabes Unidos
Interpretaciones:
Cada escuela tiene sus propias interpretaciones y énfasis en ciertos aspectos del derecho islámico (sharia)
Importancia histórica:
Históricamente, la escuela malikí ejerció una casi hegemonía en el noroeste de África
Escuela Shafi'i: La Escuela Shafi'i fue fundada por el jurista Muhammad ibn Idris al-Shafi'i (767-820 CE) en Egipto. Los seguidores de esta escuela se llaman shafi'íes y se encuentran principalmente en Egipto, Yemen, Indonesia, Malasia y partes de África oriental.
La escuela Shafi'ies una de las cuatro escuelas de jurisprudencia religiosa del Islam. Su nombre proviene del imán ash-Shafi'i, quien la fundó.
Las otras tres escuelas de jurisprudencia del Islam son: Hanafí, Malikí, Hanbalí.
A pesar de basarse en los mismos principios jurídicos, cada una de estas escuelas interpreta el Derecho islámico de manera diferente.
Las escuelas de jurisprudencia del Islam se conocen como madhabs.
La escuela Shafi‘í estipula que hay cuatro fuentes de jurispridencia, conocidas como usul al-fiqh. En orden jerárquico, las usul al-fiqh son: el Corán, la Sunnadel profeta, el ijma (consenso) y el qiyas (extensión de un precedente). La escuela Shafi'í se refiere también a las opiniones de los compañeros (principalmente de Al-Julafa ar-Rashidun). La escuela, basada en los libros de ash-Shafi'í ar-Risala fi usul al-fiqh y Kitab al-umm que enfatizan la istinbaat (derivación de las leyes) mediante la aplicación rigurosa de los principios legales en lugar de mediante la especulación o la conjetura.
Esta escuela combinaba el conocimiento de fiqh como se practicaba en Irak con el del Hiyaz. Shafi'i considera un hadiz superior a las doctrinas tradicionales de las escuelas anteriores en la formulación de la ley islámica. Él niega la preferencia (istishan) como fuente de derecho.1
El fundador de esta escuela es conocido como “El primero entre iguales” por su conocimiento exhaustivo y la metodología sistemática a la ciencia religiosa. Su aproximación a la jurisprudencia islámica ha pasado a ser la referencia estándar de los eruditos, no solo de su escuela. Hay una máxima de Fiqh que dice: “Los shafi'íes son los pilares del conocimiento de esta religión”.
Escuela Hanbali: La Escuela Hanbali fue fundada por el jurista Ahmad ibn Hanbal (780-855 CE) en Bagdad, Irak. Los seguidores de esta escuela se llaman hanbalíes y se encuentran principalmente en Arabia Saudita y algunas áreas de los países del Golfo.
La escuela Hanbali es una escuela de pensamiento islámico sunita que se basa en los enseñanzas de Ahmad ibn Hanbal. Es la escuela jurídica predominante en Arabia Saudita y Qatar, y tiene seguidores en otros países.
Características
Es una escuela ortodoxa de jurisprudencia musulmana
Se caracteriza por su estricta adhesión al Corán y a los hadices
Rechaza la interpretación racional y especulativa de la voluntad de Dios
Se basa en la autoridad de los hadices y de los precedentes de las primeras generaciones de musulmanes
Rechaza el taqlid, o la adhesión ciega a las opiniones de otros académicos
Promueve el razonamiento independiente (ijtihad)
Historia
Ahmad ibn Hanbal fue discípulo del imán sunita Al-Shafi'i
Se originó en Bagdad en el siglo IX
Estas cuatro escuelas se basan en el Qur'an (El ultimo libro revelado por Dios) y en las enseñanzas y ejemplos del Profeta Mohammed, (Sallalahu Aleyhi wa Salam). Cada escuela tiene sus propias interpretaciones y énfasis en ciertos aspectos del derecho islámico (sharia). Aunque existen diferencias entre ellas, todas son reconocidas y respetadas dentro de la tradición islámica.
Dios ha hecho que nuestra religión se base en Su Libro y en el ejemplo o Tradición de Su Profeta Muhámmad (Sallalahu Aleyhi wa Salam). El camino correcto es comprender sus textos como fueron comprendidos por él y sus compañeros, y por los eruditos posteriores. Esto incluye a los grandes imames, cuya sinceridad, justicia, virtud, rectitud, conocimiento y liderazgo en la religión, fue digna de mención.
Los cuatro imames y fundadores de las escuelas de jurisprudencia islámica, los imames Nu’mán ibn Zábit Abu Hanifah, Málik ibn Anas, As-Sháfi’i y Áhmad ibn Hánbal (que Allah tenga misericordia de ellos), siguieron los textos del Corán y la Tradición Profética, y sus esfuerzos se concentraron en enseñar y difundir el conocimiento islámico. Todos ellos estaban en el camino correcto, y fueron devotos seguidores del Profeta Muhámmad (Sallalahu Aleyhi wa Salam). Si cometieron algún error, entonces los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con ellos) lo cometieron también.
En la ley islámica, los principios a seguir son aquellos para los cuales hay una evidencia firmemente establecida. En algunos casos, algunos eruditos podían no conocer ciertas evidencias, mientras que otros sí, pero esto no significa que su conocimiento o sinceridad puedan ser desacreditados. Todos ellos buscaron la verdad.
Si una persona quiere seguir a uno de estos grandes imames y adoptar su escuela de jurisprudencia, entonces debe seguirla en aquellos asuntos claros que están afirmados sobre evidencia sólida, pues eso es lo correcto en nuestra religión. Pero no debe desarrollar sentimientos partidarios ni sectarios hacia nadie. No es permisible para el musulmán seguir ciegamente a nadie en todo lo que diga, excepto al Profeta Muhámmad (Sallalahu Aleyhi wa Salam).
La persona que está cualificada puede examinar lo que los eruditos han dicho y ver qué de ello tiene evidencias sólidas que lo respalden. Y el musulmán que no sabe cómo examinar las evidencias ni sopesarlas debe seguir al erudito cuyo compromiso religioso le resulte más confiable, y actuar de acuerdo a sus consejos y sugerencias.
La Gente de la Tradición y la Comunidad no es un grupo aparte de las escuelas jurídicas ortodoxas como las sháfi’i, máliki, hánafi y hánbali, sino que estas cuatro escuelas ortodoxas conforman la ortodoxia del Islam conocida como ahl as-sunnah wa al-yáma’a (Gente de la Tradición y la Comunidad). Los grupos de los que puede decirse que se han opuesto a la ortodoxia son los mu’tázilis, los muryi’is, los duodecimanos, otros grupos shi’as, algunos sufíes, etc. Y muchos de estos grupos heterodoxos han estado relacionados o se han escindido de alguna de estas escuelas ortodoxas.
El principio básico es que el musulmán debe aferrarse en primer lugar al mensaje del Sagrado Corán, luego a la Tradición Profética, y luego al ejemplo de sus compañeros y las primeras generaciones de sabios rectos.
Dice en Hal al-Muslim Mulzim bi Ittibá’ Mádhhab Mu’áyin min al-Mádhhab al-Arbá’ah, por Al-Ma’sumi, p. 38:
“Sobre seguir alguna de las cuatro escuelas de jurisprudencia, esto no es algo obligatorio, y es aceptable que el musulmán no se apegue a ninguna en particular. Lo que no es correcto es aferrarse a un grupo particular y convertirse en un partidario de ellos, imitándolos ciegamente en cada uno de sus postulados sin analizar ni observar si realmente se apegan a las evidencias del Corán y la Tradición Profética”. Fin de la cita.
No hay nada de malo en seguir alguna de las cuatro escuelas de jurisprudencia de Ahl as-Sunnah wa al-Yáma’ah, si el musulmán no tiene suficiente conocimiento para derivar normas del Corán y la Tradición Profética por sí mismo, pero si se le hace claro que el punto de vista correcto sobre un asunto determinado no es el de su escuela de jurisprudencia sino el de otra, entonces debe ser sincero y seguir lo que considere correcto, y no limitarse a los puntos de vista de la escuela que eligió.
El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“En el Sagrado Corán Dios condenó a quienes se apartan de la verdad y siguen en su lugar la religión inventada por sus padres, sus abuelos y sus antepasados. Esta imitación ciega (taqlid) está prohibida por Dios y por Su Mensajero, es decir, seguir a alguien en un ejemplo que va en contra de lo enseñado por Dios y Su Mensajero. Esto está prohibido según el consenso de los musulmanes, porque no hay obediencia a ningún ser creado cuando esto implica una desobediencia hacia el Creador. Seguir a Dios y a Su Mensajero es algo obligatorio para todo musulmán, sea erudito o no, en todo tiempo y lugar, tanto interna como externamente. Dios nos ha recordado esto en aproximadamente cuarenta oportunidades en Su Libro.
Es permisible para cualquiera que no sea capaz de derivar normas por sí mismo de los textos del Corán y la Tradición profética, seguir a un erudito, de acuerdo al consenso de los musulmanes. La clase de imitación que está prohibida por los textos es sólo la que contradice a Dios y a Su Mensajero”. Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 19/260-266.
La Gente de la Tradición y la Comunidad son aquellos que se mantienen unidos en su adherencia al Sagrado Corán y la Tradición Profética, tanto en sus creencias, jurisprudencia, y conducta, sin contravenir lo que nuestros rectos predecesores han consensuado acerca de sus leyes fundamentales.
El Shéik Sálih al-Fawzán dijo:
“Lo que significa seguir el ejemplo de nuestros rectos predecesores es remitirnos al entendimiento de las fuentes que tuvieron los compañeros del Profeta (Sallalahu Aleyhi wa Salam), sus discípulos, y los eruditos tempranos de esta comunidad, acerca de asuntos sobre la fe y las creencias, la metodología, las leyes jurídicas y la conducta en el Islam, y mantenernos apartados de las innovaciones y desviaciones que puedan confundirnos.
Entre nuestros sabios que abogaron por adoptar la metodología de nuestros rectos predecesores estuvieron los cuatro imames de las escuelas ortodoxas del Islam, el Shéik al-Islam Ibn Taimíyah, el Shéik Muhámmad ibn ‘Abd el-Wahháb, y otros renovadores de la fe. No hay época en la cual no hay aun grupo bien guiado defendiendo el camino correcto en nuestra comunidad.
No hay nada de malo en denominar Gente de la Tradición y de la Comunidad a los musulmanes que los siguen. Esto no es una forma de soberbia, sino una forma de denominar e identificar la ortodoxia del Islam, para distinguirla de las sectas y grupos que vinieron después”. Fin de la cita de Al-Muntaqa min Fatáwa ash-sháij Al-Fawzán, 1/206.
Basándonos en esto, si un musulmán de buen carácter y comprometido con su religión le propone matrimonio a una musulmana, entonces ella puede aceptarlo aún si él no sigue a ninguna escuela, grupo o sabio en particular; pero si él pertenece a un grupo o secta ajeno al conjunto de los musulmanes y su comunidad, entonces sería recomendable que no lo haga.
Y Allah sabe más.