El Corán dedica una sura, la 17 a este evento. “Glorificado sea Quien hizo viajar una noche a Su siervo, para hacerle ver algunas de Nuestras señales, desde la Mezquita Sagrada a la Mezquita Mas Lejana, cuyo entorno Nosotros bendijimos”. (17:1)
“… en el horizonte más elevado. Luego, él se acercó hasta estar muy próximo, hasta estar a una distancia de dos arcos o más cerca. Y Él reveló a Su siervo lo que le reveló. El corazón no ha mentido en lo que vio. ¿Discutiréis, pues, con él sobre lo que vio?”. (53:6-12)
La primera parte del viaje, el Isra, es un viaje realizado por Muhammad (PB) en una sola noche alrededor del año 621 d.C. a “la mezquita más alejada”, que se refiere al Domo de la Roca en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén (Al-Quds).
Diez años después del inicio de la revelación del Corán ocurrió el milagro del Isra wal Mi’raj (el viaje nocturno y el ascenso a los cielos), pocos años antes de la Hijra (emigración del Profeta Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, de Meca a Medina). Los milagros son una prueba de la veracidad del mensaje de los profetas, que proviene de Allah; pero al mismo tiempo, es una prueba para la gente: los creyentes, al ver estos sucesos maravillosos, inmediatamente saben que es Allah quien que los hace.
Al día siguiente, luego de este milagro, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le comentó a Ummu Hani, que Al-lah esté complacido con ella, lo que había pasado; ella le aconsejó que no se lo mencionara a nadie más, pues sería muy difícil para muchos creerlo y lo desmentirían. Sin embargo, él se mantuvo firme en decirlo a todo el mundo, pues él sabía que lo que le había sucedido era la manifestación del Poder total y absoluto de Al-lah, no había sido voluntad suya.
El Profeta, (Sallalahu Aleyhi wa Salam), se encontraba en la casa de la hermana de Ali Ibn Abi Talib, (Radiallahu Anhu), durante la noche del 27 de Rayab cuando apareció el ángel Yibril, (Aleyhi salam), y le informó que iba a emprender tal eminente milagro, el milagro del Viaje nocturno (Al Isra), que consistió en que el Profeta Mohammed (Sallalahu Aleyhi wa Salam), viajó desde Makkah durante la noche del 27 de Rayab. Yibril (Aleyhi Salam), subió al Profeta (Sallalahu Aleyhi wa Salam) al Buraq, que es un animal del paraíso, entre el burro y la mula, y que recorría distancias rápidamente, donde llegaba su vista ponía su pata.
Durante su viaje, Mohammed (Sallalahu Aleyhi wa Salam), vió cosas sorprendentes.
- Vió este bajo mundo con la apariencia de una mujer anciana, y eso prueba que este bajo mundo pronto va a acabar.
- También vió a Iblis, Shaytan.
- También, durante el viaje nocturno, el Profeta (Sallalahu Aleyhi wa Salam) encontró a personas a las que se les estallaba sus cabezas y éstas volvían a ser regeneradas para volver a ser estalladas. El Profeta, (Sallalahu Aleyhi wa Salam), preguntó a Yibril (Aleyhi Salam), quien le informó que aquello era el castigo preparado para la gente que dejaban el rezo en este bajo mundo. Allah amenaza del castigo a aquellos que retrasan el rezo fuera de sus tiempos, que decir de aquellos injustos que abandonan el rezo.
- El Profeta, (Sallalahu Aleyhi wa Salam), también vió durante el viaje a un toro que salía de un pasadizo estrecho, al cuál no podía regresar cuando lo intentaba, y Yibril (Aleyhi Salam) le informó que se trata de la persona que pronuncia una palabra corrompida, que contiene una gravedad y una fitnah, y que quiere retractarse de ella y no puede.
- También el Profeta (Sallalahu Aleyhi wa Salam) vió a personas que se arañaban la cara y el pecho con uñas de cobre, y eso es el castigo para los que hacían la ghibah.
- También, el Profeta, (Sallalahu Aleyhi wa Salam), vió a personas que bebían el pus que salía de los fornicadores, y eso es el castigo para aquellos que bebían bebidas embriagadoras en este bajo mundo. Y también vió a personas que dejaban la carne halal y se peleaban por la carne podrida, y el ángel Yibril, (Aleyhi Salam), le informó que se trataba de aquellos que cometían la fornicación, aquellos que tenían relaciones sexuales con las mujeres sin contrato de matrimonio.
El Profeta, (Sallalahu Aleyhi wa Salam), hizo varias paradas durante el viaje nocturno. Paró en Medina, y esto antes de efectuar la hégira, y rezó dos raka'h. También se detuvo en Madian la ciudad del Profeta Shu'aib, (Aleyhi Salam), y rezó de nuevo dos raka'h. Visitó también la ciudad de Belén, la ciudad de nacimiento del Profeta Isa (Jesús) (Aleyhi Salam) y rezó dos raka'h. Hasta que llegó a la mezquita de al Aqsa en Jérusalem, que es la primera construcción dedicada a la adoración a Allah después de la kaabah, y fue construida en la época de Adam (Aleyhi Salam). Y allí, Allah resucitó a todos los profetas, e hizo bajar del cielo al Profeta Isa (Jesús) (Aleyhi Salam) (Allah ha enviado a la humanidad 124,000 profetas en total), y todos los profetas rezaron detrás del último Profeta, el mejor de los mejores, la mejor criatura de Allah, el bien querido y entre todos honrado, el Profeta MuHammad (Sallalahu Aleyhi wa Salam). Allah reunió a todos los profetas para que rezaran dirigidos por nuestro querido Muhammed, y esto por honrar al Profeta (Sallalahu Aleyhi wa Salam), y para demostrar su rango.
Luego, elevaron al Profeta MuHammad hacia los cielos por un mirqât (una escalera), hasta el primer cielo. Muslim relató en su Sahîh que el Mensajero de Allah (Sallalahu Aleyhi wa Salam), dijo (lo que significa) que Yibril pidió que abrieran la puerta del primer cielo (los cielos son cuerpos palpables y cada cielo tiene una puerta). Se dijo: “¿Quién eres?” Contestó: “Yibril” Se dijo: “¿Quién está contigo?” Contestó: “Mohammed.” Le dijeron: “¿Ha llegado el momento de su ascensión al cielo?” Respondió: “Sí, el momento ha llegado.” Les abrieron. Así vió a Adam, quien le dio la bienvenida e hizo súplicas en beneficio para él. Luego los elevaron de nuevo hasta el segundo cielo, Yibril pidió que les abrieran. Se dijo: “¿Quién está aquí?” Contestó: “Yibril” Se dijo: “¿Quién está contigo?” Contestó: “Mohammed.” Le dijeron: “¿Ha llegado el momento de su ascensión?” Respondió: “Sí” Les abrieron la puerta y luego nuestro Profeta vio a los dos primos maternos Isa hijo de Mariam y Yahya hijo de Zakariyya. Le dieron la bienvenida e hicieron súplicas en beneficio de él. Así fue como nuestro Profeta Muhammed se transladó de un cielo a otro, y encontró a varios profetas que le dieron la bienvenida e invocaron en su favor. Encontró, así, en el tercer cielo a Yusuf, el Profeta de Dios, (Aleyhi Salam), que describió como aquel que recibió la mitad de la belleza. Encontró al Profeta Idris (Aleyhi Salam) en el cuarto cielo. Entonces, encontró al Profeta Harun (Aleyhi Salam) en el quinto cielo, después al Profeta Musa (Aleyhi Salam) en el sexto cielo. En el séptimo cielo, el Mensajero de Allah encontró a nuestro maestro Ibrahim (Aleyhi Salam) apoyado a la Casa poblada, al-Bait Al-Ma'mur. Es lógico que el Profeta Abraham estuviera allí con esta casa, puesto que es el equivalente en el cielo de la Kaaba en La Meca. Es un lugar visitado cada día por 70,000 ángeles que después nunca más regresan. Cada año, en la época de la peregrinación (Hajj), más de 2 millones de musulmanes de todas partes del mundo concurren a La Meca para seguir los pasos del Profeta Abraham y realizar ciertos rituales, incluyendo la circunvalación de la Kaaba. Tenemos en esto una prueba del gran número de ángeles, puesto que todos los ángeles que visitan este lugar, nunca más regresarán. Así, cada día setenta mil ángeles visitan El-Baitu l-Ma'mur. Después, llevaron al Profeta cerca de Sidratu l-Muntahâ (el Jujuba de la extrema). El Mensajero de Allah lo describió como que tiene un follaje similar a orejas de elefante y frutas comparables a vasijas de gran tamaño. Cuando se cubrió con lo que Allah ha querido – se trataba de mariposas de oro, ninguna de las criaturas de Dios lo pudo haber descrito tan hermoso era.